sábado, 29 de mayo de 2010

Tacto

El tacto tiene recuerdo.

Los recuerdos tienen tacto.

El tacto de mi recuerdo es áspero. Su piel era oscura y firme. Su silueta perfilaba una estructura fibrosa; marcaba cada curva, cada músculo, en un sinfín de hondonadas que me llevaban a la perdición. El desierto de dunas de su vientre y las olas de su espalda.

Su melena, negra, densa, infinita, cayendo sobre mí. Nunca adoré tanto algo físico. Encontré perfección donde otros veían error. Encontré mi refugio mundano. Mi paz dentro de la guerra. Mi oxígeno dentro de la toxicidad.

El recuerdo de un tacto pasado es un tacto de sueños, distorsionados ya por la eterna repetición en la memoria sensorial. Evocarlo con palabras es un último intento, como el último suspiro del moribundo, de agarrarse a la memoria para que se no escape entre las manos como agua o arena.

Todo pasó rápido y se antoja asombrosamente lejano. En otra vida tal vez.

miércoles, 26 de mayo de 2010

El baile de máscaras

Los humanos somos miserables, egoístas, destructivos. Se me ocurren muchos adjetivos que añadir a esta lista, seguro que a vosotros también. Pero hoy, abandonando mi lado cínico y dramático, hablaré de uno de los mejores rasgos propios de nuestra apocalíptica raza.

Los humanos somos SORPRENDENTES. En algunos casos, increíblemente sorprendentes.

A veces, conocer un rasgo oculto de alguien, puede compararse con llegar a casa, abrir el buzón y ver un paquete inesperado. ¿Qué habrá dentro? ¿Quién lo ha mandado? ¿Por qué?

Las personas somos cebollas, primero porque hacemos llorar y, segundo, porque tenemos capas, una sobre otra. Al principio, la capa superior, que puede llamar o no la atención, para bien o para mal. En la capa superior residen los valores más frívolos y superficiales: belleza, dinero, estilo… Pero esa capa deja entrever la siguiente, donde habita el carisma, la personalidad. Esta segunda capa te puede enganchar y despertar el deseo de rascar hasta ver la tercera. Dependiendo de la complejidad, de la experiencia, de la edad de la cebolla, ésta tendrá más o menos capas.

Hoy he pelado una cebolla, pero no me ha hecho llorar. Me ha hecho reflexionar y darme cuenta de que hacía mucho que nadie me sorprendía. Así que hoy me iré a pasear con una agradable sensación de que queda mucho por descubrir y de que, a pesar de que a veces nos parezca que las personas hemos perdido la esencia, que el capitalismo, la crisis y el miedo han devorado nuestros mejores valores, siempre habrá valientes en la resistencia.

Dedicado a una cebolla muy especial… :)

lunes, 24 de mayo de 2010

Un par de libros sobre la mesa

Anoche no podía dormir. Me incorporé y encendí la luz. Después de reflexionar durante un rato con la mirada perdida, cogí el libro que tenía en la mesita de noche. Me lo regaló un muy buen amigo que supo bien cómo acertar. Me dio sed y me lo terminé de un tirón. Estuve leyendo hasta las 4 de la mañana. Y hoy lamentaré no tener más páginas que leer.



El libro en cuestión se llama Tokio Blues y es del célebre escritor japonés Haruki Murakami. Lo recomiendo, una y otra vez. Es tremendamente tierno pero a la vez, cínico y dramático, como la vida. Me gusta su manera de describir, sencilla y directa, explicando las cosas tal y como las visualiza, sin un esmero refinado, sin adornos. Al leer su obra, uno entiende que Murakami se considera un escritor del pueblo y para el pueblo.







Otro libro que me cautivó es El invierno en Lisboa de Antonio Muñoz Molina. En ambas novelas, el jazz está muy presente y hay continuas referencias a los grandes. Sin ir más lejos, Murakami dijo en una entrevista:

“Jamás había escuchado una música tan sorprendente, así que me volví un fanático del Jazz y más tarde un escritor al que el Jazz le enseño todo.” :)

El invierno en Lisboa transcurre en gran parte entre Lisboa y San Sebastián. Merece la pena leerlo detenidamente, incluso subrayarlo. Es maravilloso como el autor va moldeando las palabras y retorciéndolas poco a poco, dando lugar a unas frases densas, que te llaman y te invitan a quedarte enredado entre las letras.

Es curioso que en un mismo post alabe la sencillez del estilo de Murakami y la densidad de Muñoz Molina. Dos autores absolutamente distintos que comparten ciertos aires en la perspectiva sentimental. Las relaciones tormentosas, enrevesadas y casi imposibles, las tramas seductoras y los finales… humanos. Además, al escribir sobre Tokio Blues, me ha venido El invierno en Lisboa a la mente, casi de un modo automático.



Me resulta abrumadora la capacidad de la mente humana para establecer conexiones mucho más allá de la conciencia. Amantes del jazz, de la nostalgia y de los viajes más insólitos, os dejo con dos libros que no os van a dejar indiferentes.


¡A disfrutar!

Flashback

Necesitaba escalar el muro que habías construido para alejarte de los demás, pero tú me derribabas en cuanto me despistaba. Trataba de concentrarme, sabía que si no me distraía te cogería las vueltas. Tú también lo sabías, por eso me tenías miedo.

Recuerdo la única vez que te escuché hablar con verdadero sentimiento. La única vez que me abriste la puerta blindada y me permitiste cruzar el muro. Yo me deshacía y tú te deshacías conmigo. Y entonces fue cuando te vi, descubrí lo asombrosamente aterrado que estabas, ante mí, ante la vida. Y también descubrí que jamás podría curarte. Fue el último suspiro de una relación que, aún muerta, siguió existiendo, como un cuerpo conectado a un respirador, esperando la mano amiga que arranque con firmeza el cable de la pared. Y esa mano fue la mía.

Hasta la fecha, solo puedo comparar ese dolor seco y cortante con otro dolor, más lento y tortuoso, menos intenso pero constante, que consume y mina. El dolor de saberte perdido para siempre, y contigo, perdida yo.

Alguna vez he oído el crujido de un árbol al troncharse. Es espantoso, casi te duele. A veces cuando pienso en él, viene a mi mente ese ruido.

Amiga de los peluches, escribir a veces es como arrancarse las entrañas y exhibirlas en una vitrina. Hace falta valor y convicción. No todos los días tiene uno ganas de hacerse el harakiri, de rescatar ideas enterradas en la oscuridad de la mente y disertar con ellas. Por otro lado, mi gran medicina, mi mejor calmante para cualquier mal, es el arte en su concepto más amplio. Música, cine, pintura... Me ayudan a recordar que en este mundo que invita a la incomprensión, sigue habiendo personas que hacen cosas increíbles, cosas sobre las que considero que merece la pena escribir, por el placer de compartirlas, de llamar la atención sobre ellas. Sigo llena de vida cuando hablo de ellas, tal vez más llena de vida que nunca.

jueves, 20 de mayo de 2010

Cadencia - Adiós

La mayoría de gente que me conoce se sorprende cuando digo que me gusta el flamenco. Sé que es un género difícil, que no a todo el mundo le gusta y que hay que saber escucharlo, pero aún así, hoy voy a recomendaros una canción que me descubrió un amigo hace poco.

La primera vez que la escuché, no la escuché, solo la oí. Iba conduciendo y pensando en mis cosas y no reparé en las palabras, en la rabia y el dolor que transmite. La impotencia que se siente al buscar justicia en un mundo como este, de buscar simplemente un por qué.

La segunda vez que la escuché, la escuché. Y la sentí. También iba conduciendo pero no pude evitar emocionarme al mezclarme con la música.


“Debió de darte su aliento, debió de darte vista de pájaro y no un cielo, debió de darte esa luz y antídoto al veneno, debió… darte más tiempo. Debió dejarte en el suelo, darte unos zapatos nuevos y no alas para un vuelo de ángeles sin cuerpo, vuelo que no era tu anhelo…”


Una joya de canción para saber apreciarla y exprimirla. Cargada de emoción, explota en los oídos y te agarra muy adentro.

Cadencia - Adiós

...

miércoles, 19 de mayo de 2010

Préstamos


Como decía Woody Allen al principio de Annie Hall:
"La vida está llena de soledad, miseria, sufrimiento, tristeza... y, sin embargo, siempre se acaba demasiado pronto."

Hoy es uno de esos días de hastío. Tal vez la combinación de alergia y astenia primaveral. Por todos lados, la gente hablando de crisis y tú con esa sensación palpitante de no entender el mundo, de impotencia y cansancio.

Y a pesar de todo, la alegría de pensar en el paseo que voy a dar por el río, el sol emergiendo del susurro del agua y el azul interminable del cielo, salpicado de nubes deshilachadas.

:)

martes, 18 de mayo de 2010

A sangre fría...



Así, con la sangre fría e inmóvil, es como me dejan algunas personas de vez en cuando. Pero bueno, dejando de lado ciertos temas polémicos (que no queremos circo) pasamos de lleno a una película que te deja frío como el hielo y que, a la vez, es capaz de despertar la ternura en lo más hondo de la mente.

La película que abre esta semana es una producción sueca, Déjame entrar en su título traducido, o Låt den rätte komma in. Para mi gusto, la mejor película de terror de 2008, y una de las cintas que mejor han abordado el mito del vampiro, de una manera seria y solemne, tan realista que te encoge las entrañas.

Déjame entrar está basada en la novela homónima de John Ajvide Lindqvist, (muy recomendable leerla, por cierto) quien tras el éxito de su primer libro, ya ha vendido los derechos de la segunda, Descansa en paz.



Oskar, un niño introvertido y silencioso, sufre acoso en el colegio. Su vida es un continuo asedio hasta que se hace amigo de una misteriosa niña que llega a su edificio. La llegada de la niña traerá consigo numerosas muertes en extrañas circunstancias, pero eso no frenará su curiosidad.

Una maravillosa película que te seduce e hipnotiza con el paso de los minutos.

Ni que decir tiene que en Hollywood ya han extendido el cheque para hacerse con sus derechos y destrozarla en un horripilante remake…

jueves, 13 de mayo de 2010

Micah, la voz de ultratumba

Hoy están los ánimos caldeaditos por aquí, así que voy a poneros un poco de música relajante, con tintes de melancolía y una voz tan profunda y majestuosa como las raíces de un árbol centenario. Os hablo de Micah P Hinson and the Progress of Gospel, un disco redondo de esos que nunca te cansas de escuchar.


Lo mejor de todo es que este fue su primer disco; lo sacó en 2004, cuando solo tenía 23 añitos. Pero es que la vida de este chico da para hacer un par de pelis al estilo de Gondry. Al leer su biografía, uno entiende enseguida de dónde saca esa fuerza, ese dolor desgarrado, esa sinceridad, y sobre todo, esa genialidad. Desamor, cárcel, drogas… pura turbulencia en plena juventud, que le llevó a tocar el fondo más oscuro imaginable y a volcarlo todo en su música para ser capaz de subir de nuevo. Y subir a lo grande…


Le comparan con los míticos Leonard Cohen, Nick Cave… Pero, ¿no os parece que es inútil comparar? Su sello personal está en cada acorde, es 100% inconfundible. Las letras son brutalmente sinceras y la calidad musical intimida.

Entre mis favoritas de este disco… Caught in between, The Possibilities, Stand in my way… Podría nombrarlas todas.

¡Que lo disfrutéis!

miércoles, 12 de mayo de 2010

A menudo...

A menudo me pregunto si aquello existió alguna vez. Si los turbios recuerdos que se deshacen en mi mente son reales o son un residuo de mis sueños. Si no será todo un invento, una novela más en mi cajón, una canción más en mi guitarra. Los días mezclados en aquel entorno extraño y lejano, donde nada resultaba familiar y donde, sin embargo, fui enormemente feliz.

El volátil recuerdo de aquella visita en tierras de paz, que de pronto se tornaron campo de batalla, inundándolo todo con ese amargo olor y esa luz cegadora proveniente del fuego y la destrucción. Y la sensación de ser más prisionera de guerra que propiamente humana.

Ahora desde la calma que otorgan la libertad y la distancia, miro atrás. Ya no sé si con nostalgia o alivio. Añorando una guerra que supe perdida desde siempre, o sonriendo por haber tenido el valor de volar más alto y más rápido, sin alcance posible.

Si la vida fuese justa…

Me pregunto cuántas veces pensará uno esto a lo largo de su vida. Si la vida fuese justa y todos obtuviéramos lo merecido… habría muchos funcionarios en paro, muchos ricos durmiendo en la calle bajo un cartón y muchas zorras en el bosque.

Con esta alegre reflexión vuelvo de la administración pública donde sorprendentemente no me han tratado mal, aunque claro está que no me han solucionado nada tampoco. Ahora a cruzar los dedos y rezar porque todo se encamine y no me toque volver a la cola. ¡EL SIGUIENTEEEEEEE!

Al parecer, la especie del funcionariado común se muestra incapaz de entender que el resto de humanos con un trabajo normal no pueden permitirse perder mañana tras mañana para solucionar un trámite que a otra especie le llevaría 5 minutos.

Y yo respiro, abro los chakras y no me permito que me afecte. Terapia sonriente ante la más absoluta incompetencia. ¿Qué os voy a contar que no sepáis? Más bien, necesito que me expliquéis una cosa: ellos están ahí, en sus maravillosas oficinas en pleno centro, con su climatizador, sus sillas ergonómicas, sus días de asuntos propios… se van a desayunar durante una hora y media cada día al bar de las tostadas chulas de la vuelta de la esquina, cinco minutos antes de su hora ya han recogido y apagado el ordenador… Trabajan poco y relajadamente (en general) y para COLMO, trabajan de mala gana, te ponen mala cara siempre que pueden, y si te pueden hacer volver, no dudes, pobre víctima, VOLVERÁS.

Y ya sabemos todos, que vista la administración pública de una nación, visto todo. Está claro que las palabras “eficiencia” y “eficacia” en este país, son tan solo una utopía, un delirio del diccionario, un sueño inalcanzable para nosotros, las víctimas, los pobrecitos currantes, los ciudadanos de medio pelo.

¡Arriba España! Pero yo, en cuanto pueda, me vuelvo a Alemania.

Por cierto, una duda muy estúpida que tengo. Cuando entras en la administración de turno, el señor de la puerta te dice “coge número”. Y vas tú muy feliz a la maquinita de coger número (ultra moderna), y hay ¡¡¡¡¡¡SIETE LETRAS!!!!!! Pero vamos a ver, que hay que hacer un máster para entender en qué categoría está tu petición. Y al final, siempre coges la que no es, y te toca volver a coger otro y ESPERAR.

Pues la técnica preventiva triunfa: ¡ENTRA Y COGE UNO DE CADA! El señor de atrás te mirará con semblante asesino (pero… ¿qué se piensa el buen hombre? ¿Que me voy a llevar todos los números?) No os dejéis intimidar por el resto de ciudadanos-víctima. ¡¡¡¡UNO DE CADAAAAA!!!!! Aferraos a la dichosa maquinita cual Gollum, y haceos con todos los papelitos que necesitéis. Si veis claramente que una de las letras no os corresponde, COGEDLA, porque seguro que será ESA.

Una goma de Milán para la mente


La pregunta a plantear aquí es: ¿borrarías a alguien de tu pasado?

Hace años tuve el placer de disfrutar de una de las mejores películas sobre las relaciones que he visto nunca. El do de pecho de Michel Gondry, Eternal Sunshine of the Spotless Mind, traducida al español como Olvídate de mí (sin comentarios…), me generó un cúmulo contradictorio de sensaciones y sentimientos, desde la empatía hasta la nostalgia, pasando por la tristeza, la alegría y la sonrisa más sincera.

Protagonizada por un sorprendente Jim Carrey y por una entrañable y neurótica Kate Winslet, ambos brillantes en sus respectivos papeles, el reparto secundario no se queda nada atrás: Mark Ruffalo, Elijah Wood, Kirsten Dunst y Tom Wilkinson. El papel de Clementine, la protagonista femenina, estaba pensado para Björk en un principio. Sin embargo la islandesa, preocupada por recaer en la depresión que sufrió rodando Bailando en la oscuridad, se lo pensó dos veces y lo rechazó. Y sinceramente, ahora no puedo imaginarme a una Clementine mejor que Kate.

El tándem Gondry/Kaufman funcionó a la perfección para dar forma a esta historia desatada y turbulenta, sin permitir en ningún momento que el espectador pierda el norte, y sorprendiendo en cada giro de la historia. Y es que es imposible dejar de mirar… Su fuerza visual es una de las cosas que más me enganchó, contrarrestada por la languidez del personaje de Carrey.

Una película sobre la complejidad de la mente humana, de las emociones y sobretodo, del dolor, ese sentimiento que a menudo camina a nuestro lado, más o menos disfrazado.

Por aquí os dejo un enlace de la página oficial de la película, PERO, os recomiendo ver la película antes de caer en las redes internautas. Merece la pena verla sin condicionarse, casi sin saber nada de la historia (por eso he medido mis palabras) y sacar cada uno su reflexión.

http://www.eternalsunshine.com/

martes, 11 de mayo de 2010

Y ahora un poco de Pandora...

Al escribir aquí, imagino una viñetilla tipo Sáez, en la que un doctor chiflado me abre el cráneo por la mitad y va sacando el contenido para irlo pegando en el blog. No tiene ni ton ni son, hay días tristes y días alegres; días en los que no hago absolutamente nada y días en los que quisiera estirar las horas; días en los que me apetece recomendar mil cosas y analizar mil otras y días en los que solo quiero escribir líneas grises y melancólicas. Pero, ¿no es así la vida?

Y eso es precisamente lo que quiero reflejar aquí. Las cosas que me pasan por la cabeza (solo las que se pueden decir, claro), sin importar de qué traten, sin maquillar. Para mí esto es como una terapia en grupo, ahora solo faltan los valientes que dejen que el Sr. Wu abra también sus cráneos.

¿Alguien dispuesto a colaborar? Sí, Enriquetto, va por ti, sutilmente, pero claro, eres mi único fan oficial y declarado, así que… como no amplíes el club, me parece que vas a tener que hacer horas extra. :)

Unas risas con Juanjo Sáez



Y como dice él en su web, ¿quién coño es Juanjo Sáez? Pues es un dibujante de cómics barcelonés que te garantiza un buen rato con su trazo sencillo y su filosofía vital. Este post va dedicado a uno de los libros con los que más me he reído: El Arte, conversaciones imaginarias con mi madre.



El libro aborda el tema del arte desde una perspectiva crítica y desternillante, incluso llegando a ridiculizar –con mucho respeto, claro…- a más de uno, empezando por nosotros mismos.

Os aseguro que es un libro de esos que no te importa leer y releer una y otra vez. Para los amantes de la risa y la ironía, todo un descubrimiento. Ha tenido (y aún tiene) mucho éxito en las librerías, como él mismo publicó en su página:


"Recientemente he publicado el libro "El Arte, conversaciones imaginarias con mi madre" y está teniendo muchísimo éxito, ya va por la tercera edición y está en todas las listas de los libros más vendidos de España, junto a grandes éxitos como "El Código Da Vinci" y "La Catedral del Mar" y con súper autores como Paul Auster, algo que me hace sentir como el Rey de España!!!... lleno de orgullo y satisfacción."

Para convenceros de que lo leáis, os dejo el link a su página Web por aquí, que es tan pizpireta y divertida como todos sus libros. (Y no, no me paga por hacerle publicidad, es una recomendación sincera… aunque si me quiere pagar… yo…)

http://www.juanjosaez.com/

Y lo de siempre, espero que lo disfrutéis tanto como yo. :)

Un poco de acústica de calidad


Siguiendo mis pasos de ayer y, salvaguardando mi salud mental y física de nuevo, hoy vengo con ganas de hablar de música. Y, ¿de quién podría hablar para abrir un post sobre música? Aunque es cierto que de pronto se me vienen varios nombres a la cabeza (que reservaré para próximos encuentros), en estos momentos, escuchándolo a toda voz, lo tengo muy claro.

Hoy hablaremos del hipnótico Chris Cornell. Faltarían páginas, palabras e idiomas para describir su música, sus letras, su impresionante voz desgarrada. Detrás de su registro de tenor, encontramos unas letras escritas con sangre y vísceras, que estrangulan por dentro al que las escuche y se atreva a analizarlas un poco. Os invito a escuchar su Unplugged in Sweden, un concierto acústico que dio en 2007 en Estocolmo. No se ha editado oficialmente en CD pero puedes descargarlo gratuitamente en Internet, según recomiendan en el blog del la web oficial de Cornell: http://www.chriscornell.com

La acústica golpeada y su voz rota en mil pedazos, una combinación deliciosa para los oídos. Impresionante la versión totalmente transformada de la célebre canción de Michael Jackson, Billie Jean; y ni que decir tiene que no os podéis perder la versión del Thank you de Led Zeppelin. Después rescata grandes joyitas de su pasado en Soundgarden y Temple of the dog, como Blackhole sun y Call me a dog. ¿Mi favorita? La fabulosa interpretación de Like a Stone, aunque me lo he tenido que pensar… Redondo este concierto, hay poquísimas cosas en este mundo que pueda recomendar con tantísima confianza.

Enjoy!

lunes, 10 de mayo de 2010

La delicia de Ang Lee


Alejándome de mis pasos suicidas, hoy voy a centrarme en una de mis grandes pasiones: el cine. He pasado un fin de semana de sofá, manta y película. Así que después del atracón de fotogramas, he decidido recomendaros una película que en su día me marcó y que me ha vuelto a maravillar años después: Se Jie (traducida al español como Deseo, peligro).

Dirigida por Ang Lee, la película se sitúa en una Shanghai inmersa en el preludio de la II Guerra Mundial. La ciudad, ocupada por los japoneses, es un hervidero de corrupción y clandestinidad. Ang Lee muestra con elegancia y delicadeza la ingenuidad de unos jóvenes universitarios que planean su particular derramamiento de sangre desde un grupo de teatro universitario.

No os cuento más del argumento. Pero solo cabe decir que, se disfruta cada uno de sus minutos, cada uno de sus planos, la maravillosa interpretación de Tony Leung y la delicada y gélida expresión de Tang Wei. Cargada de un erotismo descomunal, transmite generosamente las emociones de sus personajes, perdidos en una corriente frenética de supervivencia.

Espero que la disfrutéis tanto como yo.
:)

sábado, 8 de mayo de 2010

Y sin embargo...

...me he propuesto que tu presencia no abarrote mis letras esta vez. Demasiado tiempo ha pasado ya. Y no somos los que fuimos.

No podría empezar hablando de otra cosa

Mirando atrás una de tantas otras tardes. Analizando cada momento, buscando el punto de inflexión en el que dejamos de ver más allá. Recordando torpemente tu voz, el escándalo de tu risa, tus manos, rebosantes de maravillas.

Ya no recuerdo muchas cosas. Pero otras las recuerdo nítidamente. Es triste contemplar cómo te disuelves en mi presente, mientras me adentro en la oscuridad de una vida sin ti.